martes, 9 de diciembre de 2008

Patronato en imágenes.

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Una multitud de vendedores a ambos lados de las calles, una muchedumbre inmensa de clientes que circula entre ellas con envidia en los ojos, un baño de ruidos particulares como gritos de comerciantes, de niños o de perros: ¡estamos en el barrio Patronato un sábado en la tarde! Este barrio se ubica al Sur de Recoleta, una comuna situada un poco al norte de Santiago centro. Ahora, el sector es conocido por ser el más comercial y cosmopolita de Chile. De hecho, no sería nada sin sus tiendas y sus comerciantes. Forman la actividad del lugar, el dinamismo del sector, la vida del barrio. Conocer Patronato es conocer a sus vendedores pero también a la gente que lo frecuentan a menudos. De los ambulantes a los religiosos, de los vendedores de ropa a los de zapatos, de los comerciantes coreanos a los árabes, de los padres a los niños, es una muchedumbre heterogénea quien permite la circulación sanguina de este barrio. Estas imágenes de comerciantes y de transeúntes son el retrato de Patronato.
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Para ver la totalidad de las fotos, pueden ir en este blog: http://www.ventana-sobre-patronato.blogspot.com/
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Una encuesta, una opinión

Hice una pequeña encuesta. Pregunté a 100 personas (50 vendedores y 50 transeúntes) sobre lo que pensaban de Patronato. Es interesante ver que a la gran mayoría le gusta Patronato y observar la diferencia de punto de vista entre los paseantes y los comerciantes.


Abajo se puede ver los resultados.




Solamente 10 vendedores y 7 paseantes dijeron a ellos no les gusta Patronato.
Al contrario, 83 personas plebiscitaron el barrio.



Ahora, los detalles:


Las categorías:
1. Hartas tiendas (dicen que hay de todo)
2. Harta gente (dicen que es dinámico e entretenido, que el ambiente es muy bueno)
3. Variedades de ropa (dicen que hay hartas cosas buenas)
4. Es barato (mucho más que en los otros lugares)
5. Trabaja acá
6. Es mi barrio (dicen que crecieron acá)



Las categorías:
1. Delincuencia (dicen que hay robos y gente ordinaria)
2. Demasiada gente (dice que le molesta)
3. Pasear no más (dicen que no querrían vivir en este barrio)
4. No hay lo que busca (dicen que no hay ropa para los hombres o para las personas mayores)
5. Demasiado tiempo que trabaja acá
6. Demasiado caro (dijo que vive en Viña del Mar)



Por mi lado, encuentro y siempre encontré Patronato muy entretenido. Tuve suerte reportear tal barrio. Cuando vi que tenía Patronato, estuve muy contento porque sabía que iba a ser muy interesante intelectualmente y humanamente.

Intelectualmente porque es un barrio histórico que tiene un vínculo con la historia nacional: fue el testigo de las diferentes olas de inmigración que llegaron al país durante los dos últimos siglos. Es también enriquecedor intelectualmente porque Patronato es muy complicado a entender desde un punto de vista sociológico. En efecto, es un lugar de mezcla de culturas, de comunidades, de religiones pero la mezcla, al mismo tiempo, parece falsa. Las cultura no intercambian, las comunidades no se hablan y las iglesias no comunican. No podía escribirlo en mis artículos sin riesgo, pero lo que me molestó harto en este sector es el racismo y el odio de la gente en contra a los extranjeros. Son bastante numerosos los momentos en los cuales me dijeron “Hay que erradicar a los chinos” o “Esos bolivianos y peruanos son una raza inferior”. Sin embargo, eso también me interesa ya que, desde un punto de vista periodístico, esas frases de odio son muy interesantes. De hecho, muestran una complejidad de la sociedad chilena. Es un factor social que tendría que investigar. Tendría que encontrar el “¿Por qué?” de tal comportamiento.

Humanamente porque es un barrio en el cual hartas personas caminan cada día. Así que hablé con muchas de ellas: vendedores, dueños de tiendas, clientes o habitantes. Encontré a personas muy simpáticas e alegres. Cada vez que camino en Patronato, me paro para decirles un saludo. También aprendí mucho sobre la gente que hace vivir este lugar. Ahora sé como viven, donde viven, cuales su relación con la religión, con las mujeres… Por ejemplo, sé que muchos ambulantes vienen de Huechuraba y dicen creer en Dios. También es interesante saber como venden las cosas, como se ocupan durante el día…

Les invito a leer mi artículo para conocer más a esta gente y esta historia del barrio.

Los medios del Web: una suerte formidable.

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Actualmente, usted está en un blog informativo. Desde algunos años, esta manera de expresarse ha ido creciendo, hasta el punto que los especialistas de los medios se inquietan de las consecuencias de los medios de Internet sobre los medios tradicionales (prensa escrita, radio, televisión) y de su influencia sobre nuestras democracias. Según Stéphane Guerry, especialista de Internet en la agencia Euro RSCG, “la mayoría de los internautas franceses, por la primera vez desde este año, admite informarse más por Internet que por la televisión”. Eso es un momento crucial en la historia de los medios. Internet, este medio tan particular ya que logró a reducir al máximo el espacio y el tiempo de la circulación de la información, está volviendo la primera fuente para informar a los ciudadanos que tienen una conexión al Web. Lógicamente, muchos están preocupados por un fenómeno que no se puede controlar ya que está, por esencia, el hecho de la muchedumbre anónima, de los ciudadanos completamente libres. De hecho, muchos políticos y periodistas temen que esos nuevos medios maten a la democracia y a los medios antiguos. Al contrario, pienso que representen una suerte formidable para nuestras democracias y una ocasión de desarrollo para los medios tradicionales.

Primero, los que dicen que los medios de Internet serían culpables de matar a la democracia se equivocan.
Dicen que esos medios multiplican las fuentes de información de una manera tan importante que las noticias realmente útiles e inteligentes se esconden detrás de los demás, lo que representa un peligro por la democracia ya que para existir necesita ciudadanos bien informados. Decir eso, es ser egocéntrica ya que es considerar que la información que creemos interesante es también interesante para los demás. Es profundamente antidemocrático hacer de su información la información. Pienso que la democracia se hace con todos los puntos de vista y centros de interés. La democracia se construye con una información plural. Para mí, se puede decir que son los medios de Internet que están salvando la democracia a un momento en el cual la información relevada por los medios tradicionales se vuelve más y más homogénea y sin sabor. De hecho, los medios tradicionales forman un círculo vicioso en el cual la información está encerrada y copiada por cada medio. Es lo que llamo “la gran victoria” de las agencias de prensa como AP, AFP o Reuters. Al contrario, los medios de Internet pueden realmente luchar contra tal fenómeno. Además, podemos considerar que los ciudadanos son bastante inteligentes para ordenar, clasificar y encontrar la información verdadera que buscan en el Web. Por ejemplo, pienso que tienen la capacidad de hacer la diferencia entre la información escrita por periodistas y la escrita por ciudadanos. Y si no son capaces de clasificar la información, los gobiernos y los periodistas tienen que educarles en vez de criticar Internet.
Luego, los inquietos afirman que el anonimato nuevo de las personas que escriben impide el príncipe de responsabilidad y autoriza la difamación y las mentiras, lo que todavía pondría la democracia en riesgo. Aunque sea verdad que malos efectos existen, hay que confiar en la inteligencia de los internautas. Además, es en parte falso decir que la mayoría de las personas que escriben en el Web son anónimas. Aunque es verdad que, cuando alguien escribe un comentario en un sitio Web, tiene un sobrenombre, no es la misma situación para los autores de los blogs y de los sitios Web, que a menudo quieren ser conocidos. Mi blog es un buen ejemplo. No me escondo detrás de una falsa identidad ya que soy orgulloso de tener una libertad de expresión. Cuenta a la libertad de los que no la tienen, se puede decir que Internet es una suerte increíble para expresarse y para criticar un régimen autoritario gracias al uso del anonimato. No es una casualidad si el gobierno chino reprime a los Blogers que lo critican. Internet es un símbolo democrático.
Para mí, es obvio que Internet sirve de trampolín a la democracia. Si, como lo pensaba Montesquieu, la democracia es “el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo”, Internet parece ser, entonces, la mejora herramienta democrática. Parece ser, finalmente, este gobierno ideal.

Segundo y último, los que dicen que los blogs y los otros medios electrónicos van a matar los medios tradicionales quieren engañarnos.
Para estar seguro de esta afirmación, necesito solamente pedir la ayuda de la historia. Toda la historia de los medios está marcada por los golpes de los recientes llegados en la competencia. Pero la radio apareció sin que la prensa escrita desapareciese y la televisión se desarrolló sin que la prensa escrita y la radio se muriesen. No veo ninguna razón para explicar el fin de los medios tradicionales a causa de la llegada de Internet. Internet sólo es una herramienta mediática más.
Es obvio que algunos periódicos, algunas estaciones de radio y algunos canales de televisión van a desaparecer. Pero no van a morir a causa de la llegada de Internet, sino por su falta de adaptación a tal llegada. Ahora, constatamos que los periódicos que supieron lo mejor adaptarse al nuevo juego, gracias a la creación de un sitio Web bien hecho por ejemplo, son los que están lo menos preocupado por la crisis actual de la prensa escrita. La vida es cuestión de adaptación. Si no te adaptas, mueres. No es una casualidad si los economistas consideran también los efectos positivos de las crisis económicas: tales crisis sanan la economía porque la quitan de sus elementos débiles para que sólo queden los mejores.

En mi opinión, Internet es un vivero de peces de información. Pude notar eso cuando reporteaba Patronato. Cuando escribí mi crónica, busqué informaciones en Internet sobre la historia del barrio. Cuando hice mi perfil humano, busqué informaciones sociológicas en Internet. Cuando trabajé sobre la votación, busqué el programa de los candidatos y los resultados oficiales de las elecciones pasadas… Además, pude ver que Internet es importante al funcionamiento de la democracia ya que algunos candidatos a las elecciones municipales tenían blogs para informar a los ciudadanos.

Sin duda, puedo decir que los medios en Internet tienen un porvenir feliz. Están desarrollándose de una manera muy impresionante y no van a pararse antes largo tiempo. En Francia y durante esos dos últimos años, muchos sitios Web de información aparecieron. Puedo hablar de Arrêt sur Images, Bakchich, Rue89, o todavía Mediapart. Son de muy buena calidad y están escritos por verdaderos periodistas. Ellos han entendido que esos nuevos medios de comunicación eran una suerte para todos los enamorados de la información. Los medios, en Internet, muestran lo bueno del ser humano ya que permiten a todos luchar contra lo que mata la humanidad de cada uno: la indiferencia.
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lunes, 8 de diciembre de 2008

Patronato y sus límites

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Patronato. Abajo, hay en horizontal la calle Dominica que cruza la avenida Perú en vertical. Más lejos, se ve la Iglesia Santa Filomena.



Es difícil dar límites al barrio Patronato ya que nadie considera las mismas fronteras. Para la municipalidad y la gente que trabaja dentro de él, el barrio concierne solamente al espacio comercial, es decir entre las avenidas Recoleta y Santa María y las calles Loreto y Dominica. Para la gente que vive un poco más al norte y para los carabineros, el barrio se extiende hasta la calle Santos Dumont, lo que significaría que Patronato tenga una zona residencial también. En la medida en que es importante encontrar la unidad del barrio y lo que es realmente pertinente saber, vamos a hablar de Patronato solamente como el barrio comercial. Entonces, vamos a considerar la versión de la municipalidad y de los vendedores. Sin embargo, a veces, sería posible hablar más generalmente.
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El barrio más comercial y cosmopolita de Chile.


Para ver la totalidad de las fotos, pueden ir a: http://www.ventana-sobre-patronato.blogspot.com/

Patronato es un pequeño barrio ubicado al Sur de Recoleta, una comuna situada un poco al norte de Santiago Centro. A través de la historia, este barrio ha construido una identidad realmente propia. Ahora, el sector es conocido por ser barato, comercial, cosmopolita, y peligroso.

Por Yoan Hentgen.

¿Patronato? ¡Un barrio muy comercial y barato, con muchos árabes y coreanos!”, señala el chofer de taxi. Esta es la manera general de describir Patronato. La municipalidad de Recoleta ubicada un poco al norte de Santiago Centro, del otro lado del río Mapocho, considera ese barrio como “el más comercial y cosmopolita de Chile”. Es lo que está escrito, también, sobre letreros en todas las intersecciones de calles. Si Patronato tiene ahora esta cara es porque su historia ha incidido en eso. Ahí siempre ha vivido una población pobre y marginal, pero han sido, sin embargo, habitantes capaces de desarrollarse sin ayuda.

La historia de Patronato comienza con el nacimiento de Santiago en 1541. Desde el principio, indígenas y españoles muy pobres llegaron a instalarse en una zona que en esa época se llamaba La Chimba. Aislado del resto de la ciudad por el río Mapocho, los habitantes del barrio aprendieron a ser autosuficientes y a desarrollarse por sí mismos. Tres siglos más tarde, los árabes, mayoritariamente turcos, hicieron lo mismo cuando llegaron a Chile: fue el comienzo del comercio moderno en Patronato.


Patronato, el barrio "cosmopolita de Chile", es realmente el resultado de una mezcla de las culturas.

Desde esa época, la industria textil ha dominado el barrio. Porque luego llegaron, además, japoneses y coreanos. Después fue el turno de los hindúes y los chinos, que aún están instalados. Hoy, en realidad, no existe una mezcla de culturas, sino que las comunidades conviven entre ellas sin realmente hablarse. Así, hay una mayoría de dueños coreanos que tienen sus comercios en la calle Dardignac y al norte de la calle Patronato, mientras que los árabes están en Santa Filomena. “Es verdad que hay un tipo de separación, pero la división no es tan marcada”, relativiza Germán Campos, un vendedor de maní en Patronato con Asunción. Durante todos esos siglos, Patronato parece haberse desarrollado en un lugar coherente y funcional, sin las políticas públicas y urbanísticas. Es lo mágico de la “mano invisible” según Adam Smith, es decir, que se llega al bienestar de la sociedad dejando los egoísmos individuales actuar. Es por eso que la municipalidad, con sus acciones, se cuida de no impedir las iniciativas privadas. Es una manera preservar la identidad propia de este barrio cargado de historia.

“Una fuerte rivalidad”

El negocio ha construido realmente la identidad del barrio. Ahora cuenta aproximadamente con 500 locales comerciales. Hay un importante predominio del comercio en el sur-oeste del barrio, particularmente en las calles Santa Filomena, Patronato, Asunción y Dardignac. El sur-este es más una mezcla de comercios y viviendas mientras el norte-oeste, aunque es comercial, tiene muchos talleres de confección. En cambio, el extremo norte-este es bastante residencial.

Todos esos locales comerciales se hacen una competencia muy dura. “¡Competencia! ¡Competencia! ¡Son negocios!”, exclama Germán Campos sonriendo. Lejos de la amistad perfecta, parece que los vendedores tienen una guerra entre ellos por capturar la mayor cantidad de clientes posible. La gente involucrada en el comercio quiere relativizar la situación, como Dina Maza, una vendedora de ternos en la tienda Majestyc en Santa Filomena. Ella dice que “la competencia se desarrolla en un buen ambiente, no se siente una fuerte rivalidad”. Viterlo Avila, un vendedor de ropa callejero, tiene una opinión radicalmente distinta y asegura que no tiene “problema de competencia, porque lo que él hace, no lo hacen sus vecinos”.

Sin embargo, cuando se observa bien el barrio, aparece el contrario: se pueden ver calles llenas de tiendas y kioscos que venden ropa parecida. La verdad es que Patronato, a causa de esas semejanzas, presenta un mercado con tensiones sobre los precios. Un ejemplo claro de esto son algunos comerciantes que abren tiendas solamente para hacer operaciones de liquidación y ganar mucho dinero antes de salir y dejar el espacio a otros inquilinos. “Esos oportunistas matan el mercado (empujando a los precios a la baja)”, exclama una de las vendedoras de Sen, una tienda de ropa femenina ubicada en la calle Patronato. La municipalidad no hace muchas cosas, solamente parece preocuparse de aumentar el control sobre las ventas ilegales de varios productos en las calles. Por lo mismo, en el momento que se ve un auto de Carabineros, todos los vendedores ilegales vuelven a embalar muy rápidamente sus cosas en varias bolsas. Uno de ellos dice sonriendo, como queriendo legitimar su acción: “¡Pertenecemos también al encanto del barrio!

Este lugar comprende estrictamente el espacio entre las avenidas Santa Maria y Recoleta y las calles Loreto y Dominica. Éste es el sector que oficialmente en la municipalidad se llama “unidad vecinal numero 34”. Una que se he ido vaciando: el barrio tenía solamente 2.009 habitantes según el censo del 2002, mientras que en 1992 tenía 2.725. Los habitantes de Patronato disminuyen porque cada vez más locales son rentados a gente que quiere hacer negocios. “En Patronato vive poca gente”, explica Paulina Ahumada, asesora urbanista para la comuna de Recoleta. Otra de sus características es que la altura de los edificios, en su mayoría viejos, con más de 60 años, no pueden sobrepasar los cuatro pisos. La mayoría tiene dos.

Doce mil al día

El barrio está envejeciendo. Cambia gracias a los arrendatarios y dueños comerciales, pero no por habitantes fijos. El mismo fenómeno se repite en toda la comuna, que ha visto aumentar su población de más de 65 años, de 7,7% en 1992 hasta 10% en 2002. Lo mismo pasa en Patronato, pero con más fuerzas. La estructura demográfica ya no es en forma de pirámide, sino más bien de peonza.

Es por eso que la municipalidad, en plan de revivir el barrio, intenta crear planificaciones para entregar departamentos dentro de Patronato. Claro que por el momento, la supervivencia del barrio, la actividad, la vida que tiene, está dada por su población flotante: 12 mil personas circulan diariamente por aquí.



Cada día, 12.000 personas caminan por las calles del barrio Patronato


Los negocios necesitan sus clientes. En ese aspecto, es interesante ver las diferencias del mercado de la semana y el que funciona el fin de la semana. Para las vendedoras de Sen, “hay harta diferencia ya que durante la semana se compra al por mayor y el fin de semana al detalle”. Entonces, durante la semana la cantidad de ventas son menores. Pero como dicen las mismas dependientes, “cada una de ellas es muy importante”. Dina Maza añade que “en el fin de semana hay más movimiento porque la gente tiene más tiempo para ir de compras”, lo que confirman tres amigas de liceo en la calle Asunción: “¡No podemos venir durante la semana porque trabajamos desde el lunes al viernes de la mañana a la tarde!” Señalan también: “¡Aquí es muy barato!

El sábado también representa la salida en familia. Ricardo Urutia, un vendedor de comida china, cuenta que “el sábado representaba el doble (de ingresos que) de un día normal de la semana”. Pero el aumento de estos no es tan evidente en todas las tiendas ya que es obvio que el comercio de comida china no pertenece a las tiendas que hacen las ventas por mayor. Las vendedoras de Sen afirman que aunque el sábado sea un día muy concurrido, no ganan tanto porque la gente parece estar allí más para pasear y ver que para comprar. Así, el sábado se ven mucho más parejas, y también niños que invaden las calles con gritos de felicidad o de sonrisas. “Estamos aquí para comprar ropa a mi hija”, dice un padre acariciando las cabezas de sus dos hijos, “solamente venimos el sábado”.

Queda claro, entonces, que Patronato es un buen lugar para ir de compras. El otro lado de la moneda de esto, es que se ha convertido en un barrio delictivo. La 9ª Comisaría de Independencia lo muestra en cifras. En 2007, 237 robos con fuerza y 135 hurtos fueron denunciados en Patronato, lo que representa un aumento de la violencia en relación al 2006. Pero la gente no parece preocupada por esas cifras y no deja de ir al barrio. El Mayor Guillermo Ceballos Urzua, comisario del 9ª Comisaría de Independencia, explica este hecho por varias razones. Primero según él, “el barrio mas problemático no es Patronato, sino que Bellavista”. Aunque es verdad que hay mas robos en Patronato a causa de la concentración importante de gente que tiene plata para comprar ropa, es en Bellavista donde se registran la mayoría de los delitos sexuales, violencia intrafamiliar, de los lesiones y de consumo de droga y de alcohol. Esto se explica fácilmente con la concentración importante de bares.

El comisario agrega que “los robos tienen lugar, sobretodo, alrededor de las estaciones Patronato y Cerro Blanco. La gente lo sabe y se cuida.” Claro que tiene un mensaje tranquilizador y afirma que ahora existe un cuartel de vigilancia en el cruce de la calle Patronato y de la calle Asunción “para llevar un poco mas de seguridad a las personas”, y añade por último que “hay barrios que son mucho mas problemáticos”. La vida puede seguir…
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Iglesias y comunidades de inmigración: una ecuación compleja.



Patronato, un barrio con una historia muy rica y compleja, es el sector de los inmigrantes en Chile. Es dentro de esta dialéctica que las iglesias desempeñaron y siguen desempeñando un papel junto a las comunidades. Los chilenos pobres del siglo diecinueve se aferraban a la iglesia católica. Al final del mismo siglo, los árabes llegaron con las doctrinas de la iglesia ortodoxa en sus maletas. Y, por fin, con la llegada de los coreanos en los años ochenta, los preceptos presbiterianos se desarrollaron. Ese es el encanto de Patronato, una tierra de acogida y mezcla de culturas. Sin embargo, más que el meeting pot chileno, Patronato parece, con la ecuación iglesia-comunidad de inmigración, a un salad bowl. Acaso no hay interpenetraciones entre las culturas sino cohabitación. ¿Es Patronato la tierra de la integración chilena o la de los encarcelamientos comunitarios? La respuesta es mucho menos sencilla de lo parece.

Por Yoan Hentgen.

Cada domingo, las calles vacías de este sector se llenan de creyentes. Entre las 12 pm y las 12.30 pm, los ortodoxos invaden Santa Filomena y Eusebio Lillo. Un poco más tarde, es el turno de los presbiterianos de caminar por el sector de Patronato. Ese mismo día, salen también los católicos. Fahim Quesieh, el secretario de la catedral ortodoxa San Jorge, considera este barrio como “la cuna de cada religión en Chile ya que las comunidades ajenas a este país partieron de acá”. En un pequeño sector, de aproximadamente tres por cuarto cuadras, hay dos iglesias ortodoxas, dos católicas, dos presbiterianas, una franciscana y una sinagoga pequeñita.

Cada domingo, vienen acá entre 200 y 300 personas”, explica Fahim Quesieh. Después, precisa que “venían irregularmente 10 mil ortodoxos.” El padre Jesús Bonachia, sacerdote de la parroquia católica Santa Filomena, afirma que “llegan aproximadamente 300 creyentes para las misas dominicales”. Además, considerando que los fieles “van creciendo” según este padre, que hay “ideas de proyectos” según Georges Abed, el padre de la iglesia San Jorge, y ahora que hace poco se inauguró la segunda iglesia presbiteriana, la religión pesa aun más en este barrio. Así, Jesús Bonachia considera que su iglesia “influye mucho sobre los trabajadores del barrio ya que bautizó a 60 de sus hijos al año”.
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“Llegan aproximadamente 300 creyentes para las misas dominicales”, dice Jesús Bonachia, sacerdote de la parroquia católica Santa Filomena.



Según el padre Georges Abed, la renovación de la fachada de la
catedral ortodoxa San Jorge muestra el dinamismo de su religión.



Cada domingo, el parking de la iglesia presbiteriana coreana, en la calle Buenos Aires, se llena de autos.

Sin embargo, representantes de los católicos y de los ortodoxos admiten que hubo una pérdida de creyentes a lo largo del último siglo. Las explicaciones al respecto difieren. Georges Abed, cuenta que antes “había aproximadamente 200.000 personas afiliadas a esta iglesia (y que) ahora son decenas de miles”. Describe esta decadencia como “normal ya que al principio del siglo había solamente una iglesia. Ahora hay cinco más y muchos se arreglan allá”. Señala también “el proselitismo” de los demás como la causa de este fenómeno. Su hijo, Antoine Abed, habla de una “huida de los jóvenes”. En cuanto a Jesús Bonachia, que el culpable de tanta "perdición" es el ambiente comercial: “Al principio del siglo pasado, la mayor parte del barrio era residencial. Muchas familias iban a la misa. Pero en los años cincuenta, cuando el comercio empezó realmente a crecer y que las habitaciones se fueron sustituyendo por las tiendas, las familias se fueron por otra parte y no regresaron acá”. De hecho, lo mismo ocurrió cuando los coreanos llegaron y compraron habitaciones para cambiarlas en tiendas.


Los vínculos entre las iglesias


Entonces, los antagonismos entre las comunidades católicas chilenas, las ortodoxas árabes y las presbiterianas coreanas parecen evidentes. A medida que cada una de las iglesias se desarrolla con su comunidad propia, pierde influencia cuando las comunidades de los demás crecen. Pese a esto, Jesús Bonachia se emociona y afirma que “la correlación no funciona siempre ya que hace diez años que numéricamente mi religión ha ido creciendo” aunque admite que “la construcción de torres en el sector ha ayudado”. Además, quiere poner priorizar el hecho que su iglesia “está abierta a todos” y que “hay sesenta familias de coreanos católicos en Patronato”. De su lado, Antoine Abed reconoce que, por razones históricas, “hay también árabes católicos ya que antes teníamos que ser católicos para entrar en las mejores universidades”. Entonces, existirían puentes entre las comunidades, lo que debilitaría la ecuación iglesia-comunidad.

Sin embargo, Georges Abed zanja diciendo que “no comunicamos entre las iglesias, no construimos nada juntos”. Luego, atempera: “Sólo existe la FRAECH (fraternidad ecuménica de Chile) donde hay la mayoría de las religiones representadas”. El problema es que no hay realmente comunicación religiosa con esta fraternidad ya que solamente concierne a actos del Estado. Un ejemplo de esto es que este viernes, “vamos a celebrar el aniversario de la fundación de la municipalidad de Santiago en la iglesia ubicada en Plaza de Armas”, aclara el padre.

La comunidad coreana es particular

Los presbiterianos no dicen lo contrario en cuanto a la ausencia de dialogo. Así, Carolina Sung, cuyo padre era sacerdote, piensa que su “religión es muy estricta, la gente que viene tiene mucha fe. Nuestra iglesia es más cerrada que el catolicismo”. También revaloriza la ecuación iglesia-comunidad ya que afirma que “solamente hablamos coreano durante el culto”. Además, sobre el letrero de su iglesia, ubicada en la calle Buenos Aires, está escrito “Iglesia Presbiteriana Coreana”. La relación es, entonces, explicita.

Los presbiterianos forman realmente una comunidad en Patronato, en el sentido que todo lo que hacen tiene por consecuencia una solidificación del cimiento que les une. Y son mucho más identificados como una comunidad en comparación a los otros creyentes. Así, Marisel Salas, la secretaria de la iglesia Santa Filomena, explica este sentimiento por el hecho que ellos “no hablan con la gente ajena y desconfían mucho”.

Sin embargo, Carolina Sung dice que tienen “actividades de misionero. Visitamos a la gente que lo necesita, ofrecemos cuidados gratuitos, o también juntamos comida”. Los otros cultos no hacen semejantes acciones. Georges Abed cuenta que “no hay actividades organizadas con la comunidad abierta”. En cuanto a Carolina Sung, ella considera sus actividades como una manera de vivir su fe y de crear puentes con los demás. ¿La consecuencia sería una mejor integración a la sociedad chilena?


¿Historias paralelas?


Es verdad que los coreanos están lejos de la integración lograda, por ejemplo la mayoría de ellos no habla castellano, pero tampoco los árabes la lograron al comienzo de su establecimiento. Pero ahora, han desaparecido de los vocabularios ajenos. Como lo describe Antoine Abed, “muchos árabes viven en Vitacura, Las Condes y Providencia. Todavía vienen acá pero menos que antes”. El caso de Esteban Jadue, un creyente de la catedral San Jorge, es representativo de lo que ocurrió: “Soy ingeniero civil mecánica, vivo en Providencia y vengo a esta iglesia porque antes vivía aquí”. Y admite venir por razones de “ambos, religión y tradición porque respeto mucho a su historia familiar”. De hecho, Victor Hidalgo, auxiliar en la catedral San Jorge, nota que “vienen más cuando recordamos a personas fallecidas”.

Esta comunidad árabe, aunque supo seguir siendo una comunidad gracias a la iglesia ortodoxa, supo también abrirse a los demás y a la esfera publica. Al mismo tiempo, se volvieron más independientes con respecto a la religión. Antoine Abed lo describe como “una perdición de comunicación de la iglesia con los fieles”. En cuanto al padre Georges Abed, confiesa que “poco a poco la iglesia representa menos la historia de la comunidad ya que los árabes se diluyeron en la sociedad

Los logros de los árabes parecen fundados sobre el red de la comunidad religiosa y sobre el negocio de Patronato. Es así que Jorge Sarras, que llegó a Chile durante los años cincuenta, volvió, después veinte años, dueño de un restaurante árabe muy famoso en Santiago, el Omar Khayyam. Los coreanos presbiterianos parecen seguir el mismo camino. A menos que, como lo supone Sungmin Cho, estudiante coreano en Chile, “no tengan voluntad de integrarse”. Explica que sus tíos “quieren regresar al país”.







La iglesia presbiteriana coreana parece realmente representar una comunidad cerrada y autosuficiente. Dentro de ella, hay:



- El templo













- La sala de deporte













- La cocina y el refectorio













- Salas de clases, oficinas...





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La seguridad como guía política

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Antes escribir este articulo, realicé un sondeo para encontrar el tema que iba a tratar. La delincuencia y el comercio ilegal parecían las mayores preocupaciones de la gente de Patronato. Sobre 15 personas interrogadas, 11 hablaron de estos temas (6 de la delincuencia y 5 del comercio ilegal). El resto habló de la pavimentación (2) y del aseo (2).



El 26 de octubre, tendrán lugar las elecciones municipales en Chile. Recoleta, una comuna de la Región Metropolitana políticamente anclada en la derecha, será escenario de enfrentamiento entre la Unión Demócrata Independiente (UDI), el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y el Partido Comunista (PC). En Patronato, un barrio de esta comuna famoso por sus negocios de ropa, la delincuencia parece ser el mayor tema de preocupación. Los políticos van y vienen y el problema todavía no está arreglado. ¿Será posible que los resultados electorales dependan de los discursos de cada candidato con respecto a este problema? Sin embargo, la situación no es tan sencilla.

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Por Yoan Hentgen.


La reja está hundida y no queda nada dentro del local ubicado en el número 743 de la calle Antonia López. El robo ocurrió a las 3.45 de la madrugada del 17 octubre y los daños están estimados en 8.066.250 de pesos. Eso es casi cotidiano en Patronato, un barrio donde los delitos son numerosos. Según Antonio Pérez, encargado de las estadísticas en el 9ª Comisaría de Independencia, el número de carabineros en Patronato aumentó en septiembre para luchar contra un crecimiento de la violencia.




En 2007, 237 robos con fuerza y 135 hurtos hubieran sido denunciados en Patronato.



“Acá, la delincuencia es el problema más importante”, afirma Rosa Silva Martínez, una vendedora de ropa ubicada en la calle Asunción. Caminando por las calles de Patronato y conversando con los comerciantes, esta frase siempre regresa, como el estribillo de una canción sin fin. “Es un barrio con muchos delitos”, confirma Gonzalo Quiñones, otro vendedor de Santa Filomena. Uno de sus vecinos añade también que “hay un problema de drogadicción en el sector”. Según D. Cortez, carabinero en el 9ª comisaría de Independencia y vocero del comisario Guillermo Ceballos Urzua, hubo 237 robos con fuerza y 135 hurtos en Patronato en 2007. En resumen, el tema de campaña de los políticos salta a la luz: deben hablar de la violencia y de la manera de erradicarla. Sin embargo, la política nunca es tan sencilla.

Patronato es un barrio esencialmente comercial. Con su 500 locales, no deja espacio para viviendas personales o familiares. Como dice Paulina Ahumada, la asesora urbanista de Recoleta,”vive muy poca gente en Patronato”. Por decirlo de otra forma, hay muy pocos electores en este sector (según el censo de 2002, son 2009 habitantes). Si se restan los propietarios que no viven aquí y las personas que no están inscritas en los registros electorales, quedan un poco más de 1.000 electores. ¿Cómo puede pasar entonces que en las últimas elecciones Cornejo (UDI) tuviera en Patronato 71.472 votos validos? ¿Qué interés pueden tener para los candidatos a la alcaldía hacer campaña en un barrio que parece tan inútil políticamente?

“¡Faltan fuentes de trabajo!”

Lo interesante es que la falta de peso electoral de Patronato parece ir creciendo ya que los temas de preocupación cambian en el resto de Recoleta. De este modo, una dueña de un restaurante ubicada en la avenida Recoleta expresa su inquietud en cuanto a “la pavimentación lamentable y el aseo que podría ser mejorado”. Cuando los tres candidatos a alcalde fueron invitados en el programa Réplica del canal 13, éste tema fue central. Se podía ver una persona mayor herida a causa de una caída en un hoyo en la acera. En el reportaje, ella decía tener miedo de salir ahora.

Otro tema que le hace la competencia a la delincuencia es el del trabajo. Este tema está muy presente, sobre todo en Patronato, barrio particularmente relacionado al desempleo ya que los que trabajan en este barrio no viven allí. En la calle Rio de Janeiro se puede ver en el número 453 un angosto pasaje escondido detrás de una roja negra. Franqueándola, se puede observar un montón de pequeñas casas insalubres. Aquí viven los marginales y los excluidos de una sociedad que intenta esconderles. “Lo esencial es el problema del trabajo”, exclama Rodolfo Sánchez, un cesante que vive en la calle Río de Janeiro y que sobrevive con pequeños trabajos al día. Y añade resoplando: “Antes pertenecía a la clase media. Ahora, soy pobre”. Uno de sus vecinos, José Catrileo, tiene la misma preocupación: “¡Los sueldos son malos y faltan fuentes de trabajo!”. El candidato comunista, Daniel Jadue, parece haber entendido este llamado. En su blog, afirma que “la gente tiene más miedo de perder la pega que de ser asaltado. La seguridad ciudadana es un tema mucho más amplio que el tema del delito. Hay que tomar en cuenta la seguridad social”.

El peso de Patronato

Sin embargo, el tema de la violencia sigue desempeñando un papel crucial en Recoleta, y aún más en Patronato. “Soy dueño de este taller de confección y voto acá. Mucha gente viene a comprar en el sector y atrae a los ladrones. Muchas veces se puede ver personas que son asaltadas”, explica José Luis Ceballos. “Siempre la gente se queja de que hay delincuencia en el barrio”, explica Felipe Sánchez, el hijo de Rodolfo. Esta inquietud parece estar en boca de todos. José Catrileo dice que desearía “que se eliminara la delincuencia”. Aunque el tema del trabajo sea importante, no ignora el de la violencia, en la que el planteamiento de una solución factible es necesario para ganar la alcaldía.

En este mismo sentido, el tema de la seguridad ciudadana es aún más central si se considera el rol que desempeñan los dueños y los vendedores en Patronato: ellos son los que construyen opinión al hablar con la gente. Siempre están en contacto con los habitantes de todo Santiago, en especial con los de Recoleta. Por lo tanto, conquistar a esta parte de la población, aunque no vive en Patronato, es un peaje obligatorio para todo político que desea ganar esta alcaldía. Como ha ocurrido en años anteriores, plantear una solución a la violencia debería beneficiar a la Alianza. José Luis Ceballos dice que él votará por Sol Letelier (UDI) ya que el actual alcalde, Gonzalo Cornejo (UDI), “hizo un buen trabajo a propósito del tema de la seguridad pública”. Gonzalo Quiñones critica este punto de vista: “El alcalde es buena onda, pero se ocupa demasiado de generar plata y poco de la delincuencia”. Lo que confirma el vocero de la 9ª Comisaría de Independencia: “En comparación a 2006, las cifras de 2007 muestran un pequeño aumento en la violencia”. Pero la UDI tiene otra ventaja, porque los comerciantes y habitantes del sector no piensan solamente en la seguridad. En efecto y como dice Gonzalo Quiñones, “votan por los que prometen más producción, más plata”.

La posición de los tres candidatos

En cuanto al tema de la seguridad ciudadana, los tres candidatos tienen enfoques diferentes. Mientras que Daniel Jadue (PC) habla de la obligación de darle trabajo a todos para asegurar la calma en el barrio, Sol Letelier (UDI) insiste en la importancia de conseguir más refuerzos en la vigilancia policial. Con respeto a eso, Francisca Zaldívar, la candidata del PDC, tiene planeado “trabajar en conjunto con los comités de seguridad que promoverá entre los vecinos de todos los barrios de la comuna”. En lo concerniente a la relación que hay entre los comerciantes ilegales y la delincuencia, Francisca Zaldívar explica que “son problemas distintos que requieren soluciones diferentes”. Esta afirmación va contra la opinión de muchos vendedores, entre ellos, Gonzalo Quiñones. El trata de “ladrones” a los comerciantes ilegales y dice que “este problema es como una peste: se corta de un lado y aparece de nuevo a otro lado”.

Sin embargo, este punto de vista no es compartido por todos. Yanett Vidal, dueña de una tienda de ropa en la calle Patronato, se opone a un pensamiento “tonto” diciendo que “los ambulantes son personas honestas. Es verdad que no pagan impuestos, pero buscan solamente alimentar su familia”. Los políticos parecen conscientes de esta problemática y piensan en medidas específicas para resolverla. Francisca Zaldívar pretende lograr “que ellos ejerzan legalmente” y Daniel Jadue explica que “es necesario encontrar un modelo de desarrollo que permita formalizar a todos estos trabajadores informales”. ¿Cómo lograr eso? Es justamente la pregunta que a los candidatos les molesta y no saben cómo contestarla.

Una elección estrecha

En 2004, la UDI tuvo un buen resultado en las elecciones municipales. Salió elegida con 53,61% de los votos, contra 35,74% para el PDC y 10,65% para el PC. Sin embargo, el desencanto en cuanto a los dos mandatos de Gonzalo Cornejo se siente y la candidatura de Sol Letelier podría verse influida por esto. “El balance de Cornejo no es nada. Todo se iba en su bolsillo. Nos robó”, dice Rodolfo Sánchez refiriéndose al juicio en el que el alcalde está involucrado. Pero parece que los otros partidos no han podido realmente aprovecharse de esta decepción que sienten los vecinos del representante de derecha, ya que la gente ve la corrupción de todos los partes. “Todo gobierno roba”, expresa Rodolfo Sánchez. “No le importa la gente pobre como nosotros. Por eso, nunca me inscribí para votar”, declara este hombre frustrado. “Sólo se preocupan por explotar a la gente. Los políticos se arreglan ellos no más”, añade José Catrileo. Y José Luis Ceballos, aunque va a votar por la UDI, no se deja engañar por la política. Afirma que “cuando hay elecciones los políticos se mueven, pero cuando no hay, ¡no pasa nada!”

El candidato que sepa hacer los mejores malabarismos con el tema de la seguridad tendrá la suerte de su lado para ganar la carrera a la alcaldía el 26 de octubre. Es lo que Francisca Zaldívar dice que intentará hacer. Hoy día, durante su encuentro con vecinos y comerciantes en Patronato, hablará del tema. El día anterior, se decía segura de obtener la primera mayoría y de ser la nueva alcaldesa de Recoleta. Pero el juego político todavía no resultó. Seguramente los resultados serán estrechos y es difícil pronosticar el ganador desde ahora. Como dice José Catrileo a propósito de su voto, “¡es un secreto!”.

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Los tres candidatos se enfrentaron en programa Replica de canal 13:




Daniel Jadue en Programa Replica de Canal 13 from Daniel Jadue on Vimeo.



La opinión de Daniel Jadue (PC) a propósito de la seguridad ciudadana:




Daniel Jadue: Seguridad Ciudadana y Seguridad Social from Daniel Jadue on Vimeo.

La presentación de Francisca Zaldívar al alcaldía.




La presentación de Maria Sol Letelier al alcaldía.



Finalmente, la UDI (Maria Sol Letelier) ganó bastante fácilmente 46,18% de los votos, mientras que el PDC hizo 37,32% y el PC 16,49%.


Los resultados están consultables en esta página Web: http://www.elecciones.gob.cl/Sitio2008/

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martes, 11 de noviembre de 2008

Historia de un logro




A 83 años, Jorge Sarrás ha conocido una vida rica en pruebas que fueron obstáculos a su logro. Pero este hombre es tenaz: siempre insistió, siempre avanzó y jamás renunció. Historia de un logro increíble.

Por Yoan Hentgen.

Jorge Sarrás está sentado en la segunda fila a la derecha del altar de la Iglesia San Jorge en Patronato. Ahora que los cantos ya no llenan más el edificio religioso y que los creyentes se dirigen hasta el sacerdote para recibir el pan bendecido, este hombre mayor está hablando con algunos amigos. Con sus rasgos marcados por los años, su ojo izquierda hinchado y su cabeza casi calva, parece el más viejo del auditorio dominical. “La fe la vive de manera intensa”, explica su ultimo hijo Nimer Sarrás. El caballero ha necesitado en varias ocasiones la religión para sobrepasar las dificultades de una vida llena de reanudaciones. Una vez acabada la misa sigue conversando, caminando hasta otra pieza para tomar el café árabe. Jubilado desde aproximadamente veinte años, a Jorge Sarrás le gustan estos momentos de fraternidad durante el cual es posible hablar con amigos. Este antiguo loco del trabajo se ha transformado en un hombre retraído que desea disfrutar de la vida gracias al dinero que ha ganado en los negocios. A 83 años, Jorge Sarrás es un representante emblemático de su barrio, tanto si se considera su historia como si se analiza su logro personal en los negocios.


A 83 años, Jorge Sarrás es un personaje famoso de la comunidad árabe de Patronato.

Hijo de inmigrantes palestinos, Jorge Sarrás, segundo de cinco hermanos, nació en Illapel, en la cuarta región de Chile, el 29 de Octubre 1924. Sus padres, originarios de Beit Yala, inmigraron a Chile en 1917 para huir del duro régimen de los otomanos. Parientes les habían dicho que Chile era un país con oportunidades. “Sus padres no tenían nada que perder y todo a ganar” afirma Nimer Sarrás. Con tres monedas de oro y algunas joyas, la familia pudo abrir una pequeña tienda de tela en Illapel. Con el tiempo y como el negocio funcionaba bien, diversificó su actividad y empezó a comprar animales viejos para vender su piel a fábricas de jabón. “Fueron tiempos muy prósperos” comenta el hijo. Sin duda, la niñez de Jorge Sarrás fue agradable. Eso no dejaba presagiar lo que iba a seguir.
Sentado en una silla de lo que era su restaurante pero que ahora pertenece a sus dos hijos Nimer y Guillermo, Jorge Sarrás se esconde tras sus gafas negras. Guarda la costumbre de llevar gafas que antiguamente le servían para disimular sus emociones en el negocio. Tal como jugador de póker, quería así impedir que su adversario de juego comercial supiera cuando estaba satisfecho de la transacción. De hecho, es un verdadero asesino en los negocios que se oculta detrás de esta herramienta ocular. Afortunadamente fue así, eso le permitió encontrar de nuevo la fortuna después el fracaso de su padre por mala suerte.

“Estaban muertos de hambre”

Como consecuencia del periodo de prosperidad, los padres de Jorge decidieron organizar un año entero de viaje a través Europa y Palestina. Lo único malo fue la fecha elegida: 1939. Cuando toda la familia llegó a Espana, Franco acababa de ganar la guerra civil. “Mis abuelos tenían la elección entre volver a Chile o seguir el viaje en Europa mientras que las tensiones entre los diferentes países aumentaban. Por desgracia, eligieron seguir el viaje” relata Nimer. Entonces, comenzó la bajada al infierno. Muy rápidamente se dieron cuenta que no podían más regresar a Chile a causa de los bloqueos de guerra. Se encontraron encerrados en un continente con suficiente dinero para sólo un año. Pero la guerra no duró un año sino seis, y la familia se encontró sin dinero en Palestina. “Fue muy terrible, estaban muertos de hambre” cuenta Emilia Sarrás, una sobrina de Jorge. Es en este episodio de su vida que Jorge construyó un gran parte de su comportamiento. Allí aprendió el valor, la determinación y la abnegación. “Como no sabía hablar árabe paró sus estudios con el fin de trabajar con su padre y ganar dinero para alimentar la familia” explica Nimer. Pero al final, “casi vivían en las calles” añade el hijo.

Un hombre sociable

Durante once años, la familia mantuvo la esperanza de volver algún día a Chile. “Sus raíces estaban acá, toda su vida estaba acá” explica Rene Urrutia, un amigo de Jorge desde mucho tiempo. Jorge y su familia siempre quisieron volver porque no se sentían más palestinos sino chilenos. La integración a la sociedad chilena había sido perfecta. En efecto, sus padres lograron eso porque tenían una fuerte voluntad de integrarse. Es por eso que nunca enseñaron el idioma árabe a sus hijos. También se puede decir que la integración fue facilitada por el hecho que los palestinos que inmigraron a Chile eran cristianos ortodoxos. Aunque Jorge es realmente creyente, la religión fue también para el una herramienta de socialización y una ayuda importante. “Tengo la sensación que ultimadamente se ha acercado aún más de la religión por su avanzada edad. Está poniendo las cosas en orden” dice Nimer suspirando. Pero Emilia Sarrás precisa que “la Iglesia queda un lugar donde se encuentra con amigos”.
Son por las mismas razones que le gusta ir al club ubicado al frente de su antiguo restaurante Omar Khayyam. En el segundo piso del edificio que también es un restaurante, se puede encontrar a Jorge Sarrás jugando a dominó y conversando con amigos. “Creo que solamente viene por acá para juntar con sus amigos de misma edad” sugiere Rosento Rovles, el inquilino de los lugares y un ex trabajador de Jorge. “Trabajé para él durante veintiséis años, lo conozco bien y puedo decir que es una persona muy tratable y buena onda” añade Rosento. Por eso no está sorprendido del hecho que a Jorge le gusta ver a menudo sus amigos. “Mi padre es alguien muy sociable y solidario” dice Nimer.

“Partieron de cero”

Si ahora Jorge Sarrás es un caballero profundamente sociable y solidario es en parte gracias a su historia. En efecto, recibió mucha ayuda cuando la necesitó realmente. Hay tantas personas que le ayudaron que ahora es su naturaleza agradecerles ayudando a otras. Es como devolver la mano. “Es un hombre generoso” describe su hijo. Luego, explica que el padre de Jorge estaba en contacto con sus primos en Chile. En 1950, les pedió un préstamo para poder regresar. Con ese préstamo, solamente Jorge, su hermana Margarita y su hermano Salomón pudieron volver a Chile esperando ganar dinero para poder llevar el resto de la familia a Chile. “Acá los ayudaron parientes y con la juventud que tenían todavía partieron de cero”, relata Emilia. Queriendo añadir un hecho hermoso, Emilia sigue: “¡La madre de Jorge se quedó un poco con Gabriela Mistral en Italia hasta que sus hijos le mandaron plata y la visa!”. Jorge y Salomón comenzaron entonces como obreros en una fábrica textil que pertenecía a un hombre rico de Palestina. Cuatro años después su llegada, los tres hermanos pudieron pagar el préstamo y hacer volver el resto de la familia. Se instalaron en Ovalle, en la cuarta región, y empezaron un negocio de zapatillas. Como funcionaba bastante bien, Jorge fue con sus padres a Santiago en 1960 para iniciar una fábrica de elástico. Todavía, se juntó aún más de dinero. La familia comenzaba de nuevo a vivir de manera realmente agradable.



La foto del pasaporte con el cual Jorge Sarras regresó a Chile.



Sin embargo, fue la decisión que tomó Jorge en 1969 la que realmente permitió a toda la familia encontrar de nuevo la riqueza. Desde hace tiempo, Jorge sentía que faltaba algo en Santiago y un día llegó a la conclusión que debía abrir un restaurante de comida árabe. “Mi padre fue muy práctico. ¡No hizo eso por pasión por la comida pero porque sabía que podría ganar mucho con esta idea!” comenta Nimer. Esta decisión marcó un gran giro en su vida. Su tenacidad estaba recompensada. Así, Nimer dice ahora que su padre es “un hombre extremadamente tesón”. El restaurante Omar Khayyam – es el nombre de un poeta persa que ha escrito mucho sobre la comida – va a cumplir sus cuarenta años. Es un referente para muchas personas que trabajan en diferentes sectores. Ahora, es el restaurante árabe más viejo de Santiago. Jorge, que se jubiló al final de los años ochenta, invistió muchas fuerzas en este negocio y mostró su talento de comerciante. Pero su hijo prefiere precisar que “no es el olfato para los negocios que ha funcionado sino que el hecho que tenía hambre y que había todo a ganar”. Rosento Rovles lo describe como “un patrón muy respetuoso, fiel y tratable”. Sin embargo, parece hablar de él como si todavía fuera su patrón, como si una verdadera amistad con ese hombre más viejo fuera imposible, y sobretodo como si Jorge Sarrás hubiera sabido guardar su distancia con los empleados. “Las cosas tenían que ser bien ubicadas” recuerda Rene Urrutia que tiene una carnicería con sus dos hermanos en la calle Buenos Aires con Rio de Janeiro y que ha tratado muchas veces con Jorge.

El de ahora

Cuando Jorge ve a su mujer, Adela Jadue de Sarrás, salir del restaurante, se levanta calmadamente de la silla para juntarse con ella en la acera. Parece cansado. “Se enferma un poco”, dice Emilia. “Ahora es un hombre de casa no más”, añade Angela Jadue, una hermana de la señora. “Era un buen jefe de casa, educó a sus hijos y todos terminaron sus estudios! En cuanto a mi hermana, nunca ha trabajado fuera la casa”, sigue Angela. La pareja octogenaria dobla a la esquina y no se la puede ver más. Se fueron discretamente. “Aunque fue un hombre duro en los negocios, Jorge queda un hombre muy reservado, muy tranquilo, mucho más que sus dos hermanos”, explica Rene Urrutia. Desde el momento cuando ganaba mucho dinero, Jorge ha viajado mucho en toda Europa y a Estados Unidos, pero ahora solamente se queda en Patronato. Visita a sus hijos Nimer y Guillermo en el restaurante, a su otro hijo Miguel en su tienda ubicada en la calle Patronato, va a jugar a dominó y “lleva a su esposa de compras o a clases de gimnasia”, describe Nimer. También, va todos los domingos a la misa de la iglesia ortodoxa San Jorge. A este hombre la comunidad árabe le tiene mucho respeto y ahora le quedan una familia próspera, viejos amigos, y sobre todo recuerdos. Emilia Sarrás ríe diciendo que “¡lo único defecto de Jorge es que es muy orgulloso a propósito de lo logro de la familia!” Pero Jorge Sarrás puede enorgullecerse de su historia personal: es un ejemplo de coraje, de determinación y de fidelidad hacia los amigos.


El restaurante Omar Khayyam, el logro de Jorge Sarras. Pertenece ahora a sus hijos.


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